Poda realizada en primavera, más o menos a finales de mayo, cuado ya han brotado las yemas de la cepa y que consiste en dejar un numero fijo de tallos (sarmientos) por pulgar, normalmente 2.
El ojetivo es eliminar la "carga" sobrante de la planta para mejorar el rendimiento y la calidad de la uva al aumentar la superficie de insolación útil y limitar el número de racimos por cepa.